jueves, 24 de septiembre de 2009

Secretaría de Salud manifiesta Precaución

* La Secretaría de Salud, por el contrario, se hizo cargo de que la contaminación puede enfermar a la gente.

Recibimos de Salud una excelente respuesta que evidencia una real preocupación por el daño que el percloroetileno puede causar a las personas sometidas a este tóxico.

Para la Secretaría de Salud, es necesario aplicar el principio precautorio y en caso de dudas, suspender el uso del percloroetileno.

Éste es el texto elaborado por la Secretaría de Salud.

GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
SECRETARÍA DE SALUD
C.REGISTRO Nº 1183 S,M.A Y E.P. 2001
INFORME Nº 7499

MOTIVO: Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Act. NI 476512001. Resolución Nº 3768-2001 S/utilización en tintorerías solvente percloroetileno (tetracloroetileno)

DIRECCIÓN GRAL.
ATENCIÓN INTEGRAL DE LA SALUD
DR. G. MUNTAABSKI
S / D

Habiendo analizado lo expuesto por la Defensoría del Pueblo a Fs. 2 y 3, por el Dr. Gotelli del Centro de Investigaciones Toxicológicas S.A., a Fs. 8 a 11 y por la Dirección General de Política y Evaluación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Espacio Público a Fs. 13, creemos indispensable plantear algunos conceptos, desde esta Secretaría de Salud, autoridad sanitaria de la Ciudad de Buenos Aires:

· Es función regulatoria del Estado, a través de su autoridad sanitaria, definir los niveles considerados tóxicos para la salud humana, de diversas sustancias tanto en el ámbito laboral como urbano en general.

· Resulta imprescindible realizar relevamientos y estudios tóxico epidemiológicos locales, hasta la fecha inexistentes, ya que sólo se dispone de publicaciones de organismos internacionales realizados en países desarrollados.

· Resulta imperioso contar con métodos accesibles de medición de tóxicos que garanticen el monitoreo continuo de los mismos en el ámbito laboral y urbano en general.

· Además de una ley marco de residuos peligrosos para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se deberá normalizar por ley el manipuleo de estas sustancias antes de convertirse en desechos, en el marco de Sistemas de Salud y Seguridad Ocupacional y de Gestión Ambiental. La normalización no deberá restringirse al uso del percloroetileno en tintorerías solamente, sino en todas las actividades que lo empleen: metalúrgicas, curtiembres, peleterías, fábricas de calzado, etc.

Por lo expuesto precedentemente para esta Secretaría de Salud, en su carácter de autoridad sanitaria de la jurisdicción, deberá siempre prevalecer el principio regulatorio internacional de “precaución”, que explicita que cuando un riesgo no es suficientemente conocido, deberán instrumentarse medidas de seguridad como si fuera máximo.

Así también se deberá aplicar el principio de Minimizar “todo lo posible” la descarga al ambiente de cualquier tóxico.

Desde esta Secretaría se promueve entonces la suspensión preventiva del uso del tetracloroetileno y su reemplazo por otras sustancias, hasta tanto se demuestre su inocuidad para la salud humana.

Por otra parte se considera de relevante importancia la intervención de la autoridad laboral de la Ciudad, para que informe acerca de normas y controles efectivos en los ámbitos laborales donde se utiliza el tóxico motivo de estos actuados.

Dra. Silvia Ferrer
Coordinadora de Programa de Residuos
Para Equipamientos de Salud

La situación que estamos describiendo en este mensaje no es excepcional. Es frecuente encontrar mucha mayor preocupación por los daños ambientales fuera de los organismos de medio ambiente que dentro de ellos.

Para dar un ejemplo adicional en el orden nacional, fueron los Ministerios de Salud y de Trabajo quienes prohibieron una sustancia tan peligrosa como el asbesto, en tanto que la Secretaría de Recursos Naturales no hizo nada por que dicha prohibición se cumpliera. Tampoco hizo nada la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de nuestras reiteradas advertencias. En cambio, no sé si la Secretaría de Medio Ambiente aprobó la evaluación ambiental de proyectos que utilicen el asbesto, ni si se sigue admitiendo su uso en la Ciudad.

Los motivos por los cuales los organismos de medio ambiente suelen ser menos sensibles a los problemas ambientales que el resto de la gente merecerían una reflexión adicional acerca de la naturaleza de las funciones del Estado y el modo en que se distorsionan en el momento actual. También son una advertencia para nuestra manera de actuar ante esas situaciones.

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